Normalmente alrededor de los dos años comienza una nueva etapa en la que los propios niños buscan tener mayor autonomía y tratan de realizar gran parte de las actividades diarias por ellos mismos. Es un proceso en el que tratan de superarse y demostrarnos que ellos pueden. Es totalmente normal y, aunque debemos prestar nuestra ayuda y enseñarles los métodos correctos para realizar estas labores, también es importante confiar en ellos y ofrecerles la posibilidad de probar a hacerlo por sí solos.
Inculcar hábitos como este, que les den mayor autonomía, pueden ayudar a que su seguridad en sí mismos crezca. Además, también va a influir mucho en su personalidad, su forma de ser y su autoestima. Por eso fomentar la práctica de actividades como vestirse y desvestirse solos permite que los peques tengan más libertad y un crecimiento personal que de otra forman no podría desarrollarse.
A la hora de enseñar a los niños a ponerse los zapatos, debemos ofrecer ayuda y tratar de allanar el terreno. Por eso, hoy traemos varios consejos con los que ayudar a los pequeños a realizar esta actividad cotidiana y convertirla en parte de su rutina:
Comprar el zapato adecuado
La correcta elección del tipo de calzado es fundamental para facilitar su aprendizaje. Por eso, a la hora de comprar zapatos infantiles hay varios aspectos que debemos tener en cuenta si queremos que nuestro peque aprenda a ponérselos solito. El tipo de calzado perfecto para que los niños empiecen a ponérselos es un modelo que sea ancho, fácil de quitar y poner y que evite broches y cordones. Lo ideal es comenzar con cierres sencillos, como el velcro, ya que son muy abiertos, se puede introducir el pie con facilidad y se pueden abrochar de forma muy sencilla. Los zapatos con cordones u otros mecanismos de cierre un poco más complicados serán una lección para más adelante, en torno a los 5 años.
Saber cuál es el pie correcto
Una de las principales preocupaciones de los niños cuando están aprendiendo a ponerse el calzado es saber cuál es el zapato correcto para cada pie. Aunque comenzarán preguntándonos cada día y está bien que por un tiempo les ayudemos, después deberíamos intentar que lo descubran por sí mismos. Se puede intentar que los coloquen juntos y descubran si la forma coincide con las de sus pies al estar un pasito por detrás, pero lo cierto es que a los más pequeños les costará mucho asociar cada uno al pie correcto. Por eso, al comprar zapatos infantiles, una buena opción es escoger modelos con dibujos en los laterales, ya que los niños podrán asociarlo a la zona del pie que se ve y diferenciar el izquierdo del derecho. Si esta fórmula tampoco funciona, se puede añadir alguna pegatina o dibujo en la plantilla, si lo dejamos a medias en cada zapato de forma que formen la imagen completa al juntarlos, entendiendo de esta forma el orden correcto.
Elegir por sí mismos
En realidad, esto es más bien una forma de incentivar que quieran ponerse ellos solos sus zapatos. Si les damos la posibilidad de que ellos escojan el modelo, dentro de las posibilidades que consideremos, les hará sentir que son mayores para elegir y por lo tanto también para ponérselos de forma autónoma.
Y lo más importante, paciencia
Este es el último consejo, pero tal vez el más importante. Durante el proceso de aprendizaje es normal que el niño se frustre en muchas ocasiones o que realice la tarea con más lentitud unos días que otros. Aunque un día haya conseguido ponérselos a la primera no significa que ya haya aprendido totalmente y que siempre vaya a hacerlo igual. Es importante no meterles prisa ni gritar o enfadarse con ellos, ya que solamente servirá para aumentar su nerviosísimo. Además, siempre debemos estar dispuestos a ofrecerle nuestra ayuda de forma positiva, tanto cuando la pide como cuando sin pedirla observamos que puede estar equivocándose.
