Aunque puede parecer un paso evidente, es fundamental. En muchos casos se opta por lavar en conjunto el zapato y su cordón, lo que produce roturas y desgarros en este elemento. Además, si solamente quieres limpiar los cordones, resultará mucho más sencillo si lo haces sacándolo de su zapato.
2.Cepillar:
El primer paso nada más retirar el cordón del zapato es proceder a cepillarlos. De esta forma, se elimina la suciedad superficial, el polvo y las partículas incrustadas en los cordones. Se pueden utilizar las manos, pero resulta más efectivo con un cepillo. Por ejemplo, puedes utilizar un cepillo de dientes, ya que se adapta perfectamente y resulta muy manejable.
3.Solución limpiadora:
Lo ideal es crear tu propia mezcla para conseguir los mejores resultados, ya que existen grandes diferencias entre como lavar cordones blancos y de color. En el caso de que los cordones a limpiar sean blancos, la mezcla debe consistir en blanqueador o lejía, agua y jabón o detergente. Sin embargo, si son de color no introduciremos el blanqueador. En ambos casos es mejor que el agua este caliente, ya que elimina con más facilidad la suciedad.
El siguiente paso consiste en lavar los cordones con la solución limpiadora que hemos preparado. En el caso de los cordones blancos, lo ideal es introducirlos dentro de una bolsa de malla y removerlos en el líquido varios minutos. Además, recuerda que el agua contiene blanqueador o lejía por lo que es aconsejable el uso de guantes de plástico para evitar su contacto con la piel y las irritaciones que puede provocar. En el caso de los cordones de color se pueden utilizar las manos directamente para introducir los cordones en el agua y asegurar que se remojen por completo. Para garantizar el desprendimiento de cualquier suciedad se pueden frotar con la ayuda de las manos o con un cepillo pequeño.
En ambos casos hay que tener cuidado con el herrete, la punta de plástico del cordón, ya que puede romperse si se frota con fuerza, pero también debe ser tratado y limpiado. Finalmente, se aclaran con agua durante unos minutos. Si la suciedad continua en el cordón se puede volver a repetir el proceso de lavado e, incluso, en el caso de los cordones blancos se pueden introducir en la lavadora, dentro de la bolsa de malla y lavarlos con lejía y detergente.
Lo ideal es que los cordones se sequen al aire, por lo que se pueden colgar en un tendedero o sobre un lavabo. Si decides utilizar la secadora, ten en cuenta que según el material pueden encoger durante el proceso y el herrete puede resultar dañado. También puede alterarse la elasticidad del cordón, de forma que sus nudos se deshagan con mayor facilidad. Aunque tardarán varias horas en secarse por completo el resultado valdrá la pena.
