¿Qué es una insolación?
Suelen producirse sobre todo en niños y bebés en épocas de mucho calor, como puede ser en verano, cuando se encuentran durante mucho tiempo bajo el calor del sol. En estos casos la temperatura del cuerpo puede subir hasta los 40º, cuando lo habitual es que nuestra temperatura se encuentre sobre los 36º-37º.
¿Cuáles son los síntomas de una insolación en niños y bebés?
Los síntomas vienen acompañados de dolores de cabeza y mareos, si no se consigue remediar, pueden llegar a producirse vómitos y sudor excesivo.
¿Cómo evitar la insolación en niños y bebés?
1. Limita la exposicion del Sol a los niños
Tener en cuenta las peores horas del día para jugar al aire libre, entre las 11 y las 16h que es cuando los rayos de sol pegan con más fuerza, será nuestro objetivo. Si no es posible, procura que estén rodeados de agua, en piscinas o pozas (siempre protegidos por un adulto), o mantenerlos frescos y protegidos a la sombra.
En el caso de los bebés intentaremos acostumbrar de forma paulatina a la temperatura. Incrementar de forma gradual. No es recomendable exponer a tus hijos al sol antes del primer año de edad, como tampoco deben emplearse foto protectores hasta mínimo los tres años. Un estudio realizado por la Academia Española de Dermatología y Venereología estima que la capacidad de respuesta de la piel no está definida, por ello la exposición deberá ser limitada.
La sombra, por ende, será nuestra principal prioridad, resguardando a los tuyos de los rayos solares más fuertes y perjudiciales, debajo de un árbol o al amparo de una sombrilla, no olvides que la protección no será total porque se reflejan las radiaciones solares, estaremos alerta.
Por supuesto, hidrata contínuamente a los peques con agua para afrontar el calor del verano.
2. Evita la insolación en niños con ropa adecuada
En el caso de los niños pequeños de tres años en adelante, se usarán tanto ropa adecuada como gorras y sombreros de paja para estar lo más fresquitos posibles. El uso de gafas de sol también será imprescindible.
Los colores oscuros protegen mejor de los rayos ultravioleta, y algunos tejidos más que otros, como el algodón, la viscosa, el rayón o el lino protegen menos que el nailon, la lana, la seda y el poliéster. Examina bien la ropa que usan tus hijos mirando la talla y la composición de ésta para asegurarte de que están protegidos estén a la sombra, o ante el temible sol.
Igual ocurre con las gorras o sombreros, éstos últimos deberán proteger a nuestros hijos también en la cara y cuello además de la cabeza.
Las gafas de sol serán nuestras grandes aliadas para protegerlos 100% garantizado de los rayos UV, únicamente si están homologadas por la UE. Y una última recomendación sobre ellas será que las envolventes son las mejores.
3. Factor protector específico para niños pequeños para protegerse del Sol
Nos aprovisionaremos de un factor de protección solar resistente al agua y al sudor, superior a 50 que deberemos aplicar cada dos horas ya sea en spray o en crema. En el caso de los bebés consultaremos en farmacias los fotoprotectores especialmente diseñados para ellos. Y de usarse sólo lo aplicaremos en las zonas corporales expuestas al sol.
Zapatos infantiles para el verano
Los zapatos de verano para niños deberán de ser transpirables y a la vez resistentes. Recomendamos las chanclas, sandalias o cangrejeras para diferentes tipos de usos tanto en playa como en piscina que mantendrán a salvo los pies de los más pequeños.
Y como conclusión educar a tus hijos sobre la necesidad de protegerse del sol es la mejor manera de concienciarlos desde pequeños, además de predicar con el ejemplo y ver a los adultos de su entorno utilizar estas mismas prácticas.
