Por eso todos los médicos recomiendan caminar al menos unos 10.000 pasos diarios. No obstante, debemos recordar que no todos los zapatos son aptos para caminar tantísimo. Debemos seleccionar sabiamente zapatillas para andar.
Zapatos cómodos para andar
La importancia de escoger unos buenos zapatos cómodos para andar resulta evidente. De nada nos sirve darle amor a nuestro cuerpo, cuidarlo, al caminar la cantidad diaria recomendaba por los especialistas médicos si los pobres pies acaban sufriendo tanto. Eso no es salud. O, mejor dicho, es una salud relativa. Una salud incompleta que sacrifica los pies, una parte valiosísima de nuestra anatomía, en pos de otros beneficios. Y resulta totalmente innecesario, puesto que podemos tener ambas cosas con unos buenos zapatos diseñados para caminar.
Porque no, no todos los zapatos cómodos sirven para caminar. Algunos zapatos nos proporcionan cierto confort durante unas horas o caminando sobre ciertas superficies, pero eso no significa que sean recomendables como zapatos para caminar durante tantos kilómetros. Del mismo modo, tampoco todos los zapatos deportivos sirven como zapatillas para caminar. Unos zapatos de fútbol sala, o unos zapatos de baloncesto, por ejemplo, no son el calzado adecuada para andar 10.000 pasos. Es un error bastante común entre los padres y madres.
En su lugar, resultan muchísimo más recomendables los zapatos deportivos especializados en caminar. Zapatos que no han sido desarrollados para ningún deporte en particular y que gozan de una flexibilidad, una comodidad y una transpiración excelentes para caminar durante horas. En nuestra tienda online encontrarás muchísimos modelos diferentes de estos zapatos para andar. Muchos diseños distintos entre los que elegir, porque, al final de todo, lo saludable y lo estético no tienen por qué estar reñidos. Al menos no en Pequeña Huella.
Zapatos para hacer senderismo
Lo mismo ocurre con el senderismo. Esos mismos zapatos deportivos diseñados para caminar no tienen por qué ser buenas opciones para realizar senderismo en medios naturales. En estos entornos, las propiedades del suelo son muy diferentes que las propiedades del suelo urbano, mucho más rígidas, planas y regulares. En ese sentido, resulta fundamental, una vez más, calzar zapato especializado que cuide nuestros pies, especialmente exigidos durante esta práctica tan agotadora. Hablamos, por supuesto, de zapatos para hacer senderismo.
Las zapatillas de senderismo y las zapatillas de trekking son, al mismo tiempo, muy variadas. Hay modelos de estos productos muy diferentes entre sí. Cada uno de ellos busca responder a unas circunstancias determinadas que rodean la práctica. Por ejemplo, la dificultad de la ruta de senderismo, el entorno en que tiene lugar, el tipo de terreno sobre el que caminaremos, la meteorología y la climatología y, por supuesto, el peso que vayamos a cargar durante la actividad. Dependiendo de estas variables, habrá zapatillas más adecuadas e inadecuadas.
En algunas ocasiones, las perfectas zapatillas para andar por una ruta de senderismo serán las botas clásicas. En otras, serán las botas de caña media. En otras, serán zapatos impermeables. Y, en otras, por citar algún otro ejemplo, serán un calzado más ligero y flexible. En cualquier caso, todos ellos deben cumplir requisitos mínimos. Como ofrecer protección contra los elementos naturales, ofrecer estabilidad al caminar, ofrecer agarre hacia el terreno, ofrecer la máxima comodidad o ser transpirables. Eso debe ser innegociable para cuidar nuestros pies.
Como ves, las posibilidades son enormes. Lo importante es tomar la decisión adecuada para proteger nuestros pies a corto, medio y largo plazo. Y, si tienes dudas, ponte en manos de profesionales que puedan asesorarte.
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