Existen muchos trucos para ensanchar los zapatos de piel. Puede sutilizar herramientas profesionales como las hormas o los sprays o recurrir a remedios caseros como la crema hidratante o la humedad, el calor o el frio. 

Razones para ceder los zapatos de piel

Te has comprado unos zapatos de piel y notas que no terminan de ajustarse y adaptarse totalmente a tus pies. Es totalmente normal, pero hasta que te resulten cómodos, podrías sufrir de ampollas o rozaduras muy molestas e incomodas. Son muchos los problemas derivaros de que el calzado no este ajustado a tu piel y son precisamente estas las razones para hacer ceder zapatos de piel. 

Inestabilidad al andar

Una de las consecuencias de llevar unos zapatos que te hacen daño es que notarás mucha más inseguridad al caminar. De forma inevitable notarás que al andar te sientes más inseguro y que eres mucho más propenso a tropezarte al caminar. 

Deformación en los dedos

Además, los deditos de tus pies son los que más sufren este problema. Al final, esta zona de tu pie se ve obligada a estar encogida y apretada por la piel.

Minimizar afecciones en los pies

Por último, si aprendes como ensanchar zapatos de piel y lo pones en practica podrás evitar otros problemas como los siguientes:

  • Juanetes
  • Pies planos
  • Espolones óseos
  • Metatarsalgia 

Desgaste del cartílago de los dedos

Las articulaciones de los pies pueden desgastarse debido a esta situación. Este problema, a largo plazo no tiene solución por lo que tendrás que seguir viviendo con este problema el resto de tu vida. 

Trucos para amoldar los zapatos de piel

Hay muchas formas de conseguir que los zapatos se ajusten mucho mejor a tus pies. Aunque con el tiempo los zapatos se ajustarán de forma natural, para acelerar el proceso puedes utilizar estos trucos para ensanchar zapatos de piel prácticos y que puedes realizar en casa. 

Andar por casa

Una de las formas más sencillas y simples de amoldar zapatos de piel es caminar con ellos por casa. De esta forma, vas practicando y vas dándoles uso para que se ajusten a tus pies, pero no tendrás que estar una gran cantidad de horas con ellos o, si te están haciendo daño, podrás quitártelos. Así, cuando tengas que usarlos fuera de casa ya estarán perfectos para usarlos en tus pies. 

Calcetines enrollados

También puedes coger un par de calcetines que tengas en casa, preferiblemente gorditos. Solo tendrás que enrollarlos e introducirlos dentro de los zapatos. Asegúrate de que hayan entrado bien hasta el fondo del zapato y déjalos así durante toda la noche. 

Crema hidratante

La crema hidratante que seguro que tienes por casa te puede venir muy bien para ensanchar botas de piel. Lo único que tienes que hacer es untar la crema en el interior del calzado. Si quieres que sea aun más efectivo, puedes combinar el truco anterior con este. 

Hormas

Las hormas para zapatos están inventadas de forma específica para agrandar zapatos de piel. Podrás encontrarlas en zapaterías, ferreterías y algunos supermercados. Consiste en una moldura que asemeja la forma de un pie y que tiene un regulador para modificar su tamaño. Solo tendrás que introducirla en el zapato y agrandarla un poco para que ejerza un poco de presión en el calzado, ganando unos centímetros. 

Spray dilatador

Si te preguntas como flexibilizar el cuero de una forma especializada y profesional, puedes adquirir un spray dilatador. Solo tendrás que aplicarlo en la zona interior del zapato y dejar actuar en torno a 10 minutos. Lo ideal es que , además, los utilices en casa para terminar de adaptarlos a tus pies. 

Usar un secador

Coge el secador de pelo qui enes en casa y aplica directamente el aire caliente sobre las zonas del zapato donde te molesta. Esta zona dará un poquito de sí y dejará de molestar. Sin embargo, no debes pasarte, con mantener el secador en la zona unos 30 segundos puede ser suficiente. 

Papel de periódico

De la misma forma que hacías con los calcetines, también puedes rellenar el interior del calzado con papel de periódico. Sin embargo, este debe de estar humedecido y los retirarás cuando ya estén secos. 

Humedecer el material

Solamente con humedecer el zapato podrías conseguir que se agrande lo suficiente, aunque si necesitas un efecto mayor, lo ideal es recurrir a alguno de los otros métodos. 

Vapor de agua

Solamente tendrás que hervir un poco de agua y, cuando veas como el vapor empieza a subir, haz que este entre en contacto con el zapato, asegurándote de que el interior del calzado es lo que entra en contacto con el vapor. Intenta mantener estas condiciones durante unos 3 minutos al menos. 

Bolsas de hielo

Llena unas bolsas de plástico con agua e introdúcelas dentro del congelador. Al día siguiente, cuando el agua ya se haya convertido en hielo, saca los zapatos del congelador y déjalos en torno a media hora derritiéndose. Podrás sacar fácilmente las bolsas y el zapato habrá ensanchado.