Es uno de los complementos más utilizados en la moda infantil. Aunque hoy en día podemos encontrarlos en cualquier establecimiento dedicado a la moda, la marca de leotardos Cóndor ha destacado siempre por su especialización y calidad.
Los leotardos tienen un origen bastante llamativo. Surgieron en el siglo XIX , de la mano de un acróbata llamado Jules Leotard. Ya os podéis imaginar de donde surgió el nombre, ¿verdad? Con esta prenda sustituían los trajes ajustados y de cuerpo entero que impedían ciertos movimientos. Desde entonces, trapecistas, gimnastas y otros profesionales similares adoptaron esta prenda como uniforme de trabajo.
Con el paso de los años esta prenda también ha pasado a formar parte de la ropa cotidiana, especialmente de los más pequeños. Consiguen abrigar las piernas y asegurar que conserven una buena temperatura sin coartar de movimientos. Por eso, se utiliza tanto cuando se lleva falda, mantón o similares, como para abrigar las piernas por debajo de los pantalones.
En este panorama, Cóndor destaca por ofrecer moda infantil que asegure la calidad y el bienestar de los más pequeños de la familia. Cuenta con una gran trayectoria. Pregúntales a tus padres, seguramente también utilizaban esta marca de leotardos. Por eso, se ha convertido en una empresa de confianza.
Citando a uno de los grandes de la ficción “¿Qué une a la gente? ¿Ejércitos? ¿Oro? ¿Banderas? No, historia. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia.” Por eso, hoy nos adentramos en la historia de Cóndor y sus leotardos.
Historia de los Leotardos Cóndor
Cóndor nace como una empresa familiar. Los Riera comienzan su andadura como industria en el año 1898 en Arenys del Mar. ¿Su objetivo? Fabricar calcetines. Una empresa concienciada con una fabricación de calidad, con buenos materiales y especializada en su labor. No se les daba nada mal y su fama fue aumentando. En gran medida, gracias a sus buenos diseños y la comodidad de sus productos.
Sin embargo, era una fábrica y, como ocurre en muchas ocasiones, la tragedia llamó a su puerta. En el año 1972 se incendia. No hablamos de unas pocas llamas, hablamos de un verdadero incendio. La fabrica queda destrozada y dos años más tarde se vende la empresa a Industrias Valls S.L. ¿No os suena? Pero seguro que has oído hablar de Punto Blanco, perteneciente a la misma.
Sin embargo, no supuso el fin de estas prendas textiles de calidad. En 1995 se amplía la oferta de leotardos Cóndor. En su catalogo se empieza incluyendo bufandas y gorros, aprovechando las ventajas de su maquinaria y equipo. De se una industria pasa a contar con sus propias tiendas en 2005, ofreciendo también otras prendas como chaquetas o complementos. Están destinados a un publico infantil, entre 0 y 14 años.
Hoy cuenta con un gran equipo y ofrece varias colecciones al año. La oferta de colores en leotardos Cóndor es de lo más variada, asegurando siempre elegancia y calidad. La empresa ha industrializado los procesos, pero nunca ha descuidado la calidad de sus materiales y la estética y comodidad del producto acabado
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